El video de hoy muestra un disco cuyo plato magnético se encuentra severamente dañado por contacto con la cabeza. Se pueden observar numerosas pistas totalmente dañadas.
El principio de funcionamiento de los discos duros es que las cabezas “flotan” sobre el colchón de aire que se genera con el giro de los platos.
Si, por accidente o defecto, la cabeza llega a tocar los platos, se producen daños irreparables en la cabeza y en los platos.
Las cabezas pueden entrar en contacto con el plato por diversos motivos, por ejemplo:
- defectos del bloque de motor,
- defectos de los brazos de las cabeza,
- cortes de suministro eléctrico,
- desconexión manual de la red eléctrica,
- golpes.
En el vídeo se observa cómo, al poner el disco en funcionamiento, las cabezas están casi en permanente contacto con la superficie del plato y siguen produciendo nuevos daños.
Casi nunca se puede obtener una lectura correcta de un disco que ha sufrido un headcrash. En este tipo de casos no es posible recuperar la información de los platos magnéticos, ya que ha sido físicamente destruida.
En raras ocasiones se logra calibrar algún disco en el que el headcrash no era severo y el sector de arranque no estaba dañado.
Más información sobre esta serie de vídeos en Cómo falla un disco duro o por qué Murphy no tiene (tanta) razón